Lo que dejó el mes de junio

Ha sido un mes sencillamente maravilloso. Veamos:
Ganó Macri. Dos veces, por más o menos y por muchísimo. Lo sospeché y lo confirmé después en el blog de Diego Rottman: fue menos una elección a jefe de gobierno que un casting. Hay mujeres que enloquecen por los ojos de Mauricio. Claro, después la del gusto cuestionable soy yo.
Se cayó un techo de un aula de un colegio público, justo ese en el que estudia mi hija. ¿Saben qué ruido hace un techo de un aula vacía al caer? Depende de cuántos se hagan eco.
Lo que debía ser un trámite se convirtió en la antesala de un conflicto. Esto es demasiado personal para lo que suele ser el blog, pero compenso recordándoles que si el saludo de una mano muerta despierta sospechas, las palabras posteriores las confirmarán. Huyan mientras puedan.
Reflexión robada a mi hermano: en Polonia cuestionan a los Teletubbies porque, carterita de por medio, incitarían a la homosexualidad. Que lleven diez años fomentando la estupidez en los niños no es relevante. Es decir, para algunos, ya no solo un hijo chorro, sino aun un hijo estúpido es mejor que un hijo p**o.
A Baterflai: las escuelas públicas huelen a escombros, la clase política huele a tongo. Le sigo debiendo los olores agradables, lo charlamos en agosto.
Gracias por darse una vuelta. Trataré de actualizar más seguido.

Comentarios

gabrielaa. dijo…
ah, si le digo cómo caí acá, compañera... nuestras hijas van al mismo colegio. y quizás nos hemos visto las caras en asamblea :-)

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